Comenzamos diciembre creando la estructura que acogerá las plantas aromáticas el día 2. Gracias a Juan de Nodo de producción de Carabanchel y a Mariano de Carpinteros sin fronteras. Con la madera ya preparada por estos estupendos profesionales parece fácil pero no es tan sencillo ir acoplando todos los lados y que quede perfecto y ajustado al diseño. Con un poco de atención y dirigidos por Mariano se consigue por fin.

Entre los dos talleres, con la inestimable ayuda de San Martín de Porres se nivela y fija la estructura y son lxs vecinxs de La higuera y el almendro quienes llenan de tierra la gran jardinera con la misma cantidad de trabajo que de ilusión.

El día 16 convocamos un segundo taller, y a pesar de la amenaza de lluvia tenemos una alegría: aparecen en el solar, al olor de la tierra y del chocolate, un montón de pequeños jardineros con botas de agua acompañados de sus padres que se preguntan qué es eso del Jardín de libros nómadas.

Juego de Troncos han traído muchas y variadas plantas que más adelante ofrecerán su delicadas fragancias. Lavanda, romero, tomillo, thulbalgia, helicriso, orégano, ajenjo, santolina, menta y salvia van a crear un oasis de tan buen olor que en primavera nadie se querrá ir. Cuando instalemos un banco en su interior se podrá leer mientras se disfruta de todos sus aromas.

De momento todo el mundo ha disfrutado de la mañana invernal, de mancharse las manos de tierra y aprender sobre las aromáticas. Contentos por el buen trabajo y por la perspectiva del futuro jardín que mejor que tomarse un chocolate y celebrar el solsticio. ¡Nos lo hemos ganado!

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