10 de Marzo de 2019

​​​​​​​En este día confluyen las dos vertientes del proyecto Jardín de Libros Nómadas, las palabras y las plantas.

Hoy sembramos las bombas de semillas que preparamos las familias en enero. La tarea no es liviana, hay que preparar una parte del suelo cavando y removiendo la tierra para que esté suelta. Delimitamos la zona con cuatro estacas y unas cintas de color para que nadie lo pise. Echamos sustrato vegetal para enriquecer la tierra existente y que nuestras plantas crezcan mucho. La tarea de colocar las bombas en la zona preparada del terreno corre por cuenta de las niñas y niños que vienen al taller y con sus pequeñas manitas van depositando en la tierra las bolitas de arcilla, semillas y humus. Son bombas que cuando estallen dejarán la parcela salpicada de colores. Lxs peques lo saben y sus caras tienen como un gesto pícaro.

Ahora es el turno de la gente mayor, se hace una mezcla de semillas que se echa sobre el sustrato y las pequeñas manitas se encargan ahora de los dientes de león y los girasoles.

Sin acometida de agua habrá que cantar para que llueva. ¡Aún nos queda esperanza en Abril! Pero de momento, hay que regar con la esforzada agua que traída desde casa.

Y ahora, a regarnos o mejor a zambullirnos en el mar de palabras de Opañel es un poema. Hemos limpiado el suelo y el mar de palabras acogido por los árboles, lanza destellos al sol.

Necesito hablar  con la voz que nunca se alza, la voz que nadie oye, con la mirada más y más introspectiva.

Nunca descansa la poesía aunque esté sola siempre esperando a ser dicha.

He mandao construir un jardín con ideas.

Bajo el ciruelo, un manto blanco cubre la piel de mis huesos.

La magia de las palabras en vuelo, crepitan como el fuego, irradian su Belleza.

Ha venido mucha gente. Han venido algunas vecinas que tenían sus casas en lo que ahora es el solar. ¡Ha venido hasta la tele! El escarabajo verde quiere contar la historia de este terreno. Han venido Vanessa Cruz, Alberto Morate y Olaia Pazos. Poetas. Ha venido Latifa del Servicio de Convivencia Intercultural como maestra de ceremonias. Han venido amigas y amigos del barrio y de otros barrios. Ha venido mucha gente porque cuando se unen poesía y flores todo el mundo acude.

Entre poema y poema hemos ido avanzando. Primero las poetas, después quien ha querido ofrecer un poema propio o ajeno a la concurrencia. Alfonso Colodrón, Ángel Jodra, Ana González, vecinas y vecinos hemos aportado nuestra relación con esta lucha y este espacio.

Finalmente ha llegado el momento de la prosa materializada en limonada, sangría y rico aperitivo. Hasta la próxima edición de Opañel es un poema, que lo es.

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