Las acciones, dispositivos, o talleres del proyecto Fiestas Raras debían enmarcarse dentro de tres ejes: tener un carácter festivo (hacer desde lo lúdico, lo ameno, lo divertido, lo compartido); pensar que tiene de raro (en cuanto deconstruye lo hegemónico o hace de otra manera) y por último que enuncia políticamente. Tanto los Haceres Raros, como la Parranda o la propia Fábrica de Cine Raro se situaron, a su manera, dentro de estos ejes que convertían al proyecto no en una fiesta cualquiera sino que esta se expandía hacía una propuesta lúdico epistémica.

Entre las acciones que tuvieron lugar en la gran fiesta final estuvo la Coreografía Participada Cuerpos que Aparecen que fue el resultado de los talleres dinamizados por Cross Border Project junto a un grupo de residentes y voluntarios de la Fundación ANDE.

En el taller hemos trabajado con personas con discapacidad intelectual. Hemos movido el cuerpo para bailar libremente, que nos cuente sus experiencias y nos hemos preguntado por nuestras fiestas: ¿cuál recuerdas más intensamente?, ¿qué canciones sonaban?, ¿cómo bailabas?, ¿con quién?.

A la vez que nos preguntamos cómo eran esas fiestas, que recuerdos emergían, también queríamos cuestionar que cuerpos aparecen en las fiestas, que exclusiones hay. Tratar de ampliar la fiesta y hacerla más inclusiva era una apuesta por incorporar más relatos y otras formas de hacer y deconstruir ese cuerpo normativo, esa imagen idílica que nos oprime y así atender a la amplitud de cuerpos, vidas y memorias que traemos y compartimos con el barrio, con nuestros compañeros, con quien viniese.

Bailamos canciones ecuatorianas cerquita de “El Panecillo”, recordamos a nuestros tíos, fuimos a “Space” (la discoteca), entramos en el cuerpo de John Travolta, reinventamos la bachata y la zumba… Porque nuestros cuerpos tienen una fiesta más dentro de ellos.

*Post escrito a varias manos entre Ángel Peraba (Cross Border Project) y Fiestas Raras

Foto de Laura C Vela

 

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