Nos encontramos en la plaza para generar un espacio de escucha y reflexión pública sobre la maternidad y la crianza. Con la idea de llevar los cuidados al centro del debate público nació en el taller pasado, Maternidades y chin pum, el espacio radiofónico que tendrá lugar durante la programación de las radio verbenas vecinales que conforman En Sintonía: Rutilio Gacís. Para este nuevo taller de preparación, el objetivo fue explorar temas y actividades concretos que nos gustaría desarrollar durante el programa de la verbena en ciernes, a la manera de una especie de mesa colectiva de programación.

Aunque al principio eran pocas, durante las dos horas que estuvimos sentadas bajo las generosas sombras de la plaza fueron sumándose voces, ideas e intervenciones memorables. Contamos con la presencia de vecinas que venían de lejos y otras de más cerca; entre ellas algunas madres del barrio del Pilar interesadas en un ejercicio que consideraron digno del largo paseo en metro, una abuela que venía de Colombia para cuidar por unos meses a su nieta y su hija y una poeta creadora y futura madre de su segunda hija. Tuvimos la oportunidad de conocer a Eva Janeiro, creadora de “Mamamail”, quien nos contó sobre su experiencia con la maternidad, cómo se formó como doula y cómo terminó creando un grupo de crianza en el cual funciona una iniciativa que resonó dentro del grupo que asistía al taller. Se trata de la experiencia de un llamado banco de tiempo; se trata de un grupo de familias en el que se proponen intercambios de tiempo como herramienta de apoyo en la crianza. Tiempo para cuidar a otros, tiempo para llevar al parque, tiempo para cocinar para otros que no tienen tiempo para ello. Esto nos motivó a hacer un ejercicio allí mismo: La idea era decir en los micrófonos algo que pudiéramos ofrecer y decir luego, qué necesitaríamos a cambio… Pronto nos dimos cuenta que es mucho más complicado pedir que dar y Eva nos señaló que esa es justa una de las claves que hacen que un banco de tiempo funcione: saber dar en la misma medida que somos capaces de pedir ayuda. Pronto pasamos a otros temas. Hablamos sobre artistas e ideas para programar en la próxima verbena, sobre migrar y criar lejos de tu familia; oímos hablar de las maternidades de nuestras madres y de lo importante que nos resultaba seguir construyendo espacios de apoyo y visibilización de lo que implica cuidar.

Pero mientras todo esto pasaba, ¿dónde dejamos a las peques de la plaza? En Sintonía, la infancia siempre tiene un lugar y por ello, en paralelo, tuvimos con nosotrxs al maravilloso ¡Capitán Historietas! Guillermo Velasco, vecino de la plaza y experto dibujante. Con su taller en busca de las caras perdidas, Guillermo quería recordar a lxs peques la importancia de no perder su rostro dentro de una pantalla. Su mensaje es sencillo: lo esencial que es parar y mirarnos a los ojos, reconocer rostros en la calle, estar en la plaza, ver los árboles, hablar con otros, reír y dibujar con lápiz y papel, como antes, como siempre. Así que, tirados en la alfombra y con sus historias fabulosas, se creó un pequeño estudio de dibujo en medio de Rutilio que nos dejó retratos de los unos, de los otros y de quienes por allí se vieron captados como inesperados modelos.

Terminamos la tarde con un nuevo ejercicio poético propuesto por nuestro compa Rubén y tomado de nuevo de la compositora Pauline Oliveros. Un ronda de ideas, una partitura colectiva reinterpretada con voces que respondieron a la frase: Estamos juntas porque… alguien tiene que juntarse! Luego, una segunda composición nos invitó a pensarnos como una analogía a la naturaleza y respondimos todas en ronda: estamos juntas como…

                                                                                                    estamos juntas como las hojas del árbol… como las letras en una poesía.

<< VOLVER A ENTRADAS