Durante los meses de junio y julio, el equipo de Imagina Madrid estuvo recorriendo los nueve lugares elegidos para ser intervenidos durante esta primera edición del programa.

Conscientes de que Imagina Madrid es una nueva propuesta que genera muchos interrogantes, pensamos que no hay nada mejor que acercarse a cada uno de los espacios para poder contarlo. Queríamos presentarnos  y sobre todo, queríamos conocer los lugares y el vecindario que lo habita: si vamos a trabajar juntas para transformar estos lugares, primero necesitamos saber de su historia, su particularidades y sus dinámicas.

La presentación de Imagina en la plaza de la Vaguada tenía unas características particulares: Imagina Madrid quiere explorar en este espacio la confluencia de varias de las iniciativas del Ayuntamiento, con la voluntad de que programas como Imagina, que van a trabajar mediante “acupuntura urbana” aspectos menos profundos de remodelación urbanística, puedan dialogar con otros procesos como es el caso del proyecto Plaz-Er -plan de rehabilitación urbanística de plazas públicas del Área de Urbanismo del Ayuntamiento. Por eso, en esta presentación convivieron las propuestas de Imagina Madrid y de Plaz-Er, así como los módulos de skate que han sido construidos en el marco del proyecto Experimenta Fuencarral.

Fue una tarde de gran afluencia de vecindario en la que recibimos no solamente mucha información sobre la plaza, su memoria y sus demandas, sino también el agradecimiento generoso de las familias que nos pedían que volviésemos todos los sábados con el Convoy de juegos. También algunas asociaciones mostraron su interés sobre el proceso que iba a comenzar Imagina Madrid en la plaza, en especial charlamos con un integrante del Grupo de Historia Urbana de la Escuela Popular de Personas Adultas del Barrio del Pilar y otro de la asociación de Diversidad del barrio.

Las tardes de verano el parque se llena: niños y niñas, personas mayores, jóvenes y familias disfrutando del lugar y tratando de escapar del calor veraniego. Entre los más longevos se recuerda la zona cuando aún era una vaguada sin urbanizar, con arroyos, huertas e invernaderos. Pasado el tiempo, lo que fue una plaza con un estanque lleno de agua y rodeada de un teatro, una biblioteca y un centro cultural con mucha actividad y uso, se percibe hoy con cierta degradación y desuso. El estanque ya no tiene agua, el teatro se cerró hace unos años y la biblioteca requiere de rehabilitación.

 “Me gustaba cuando veníamos al teatro a ver las funciones, a la biblioteca a curiosear los libros, el cine de verano, lo fresquito del lago en verano, los paseos con mi padre, las fotos con mi hija”.

Además de declaraciones como la anterior, cargadas de nostalgia, los numerosos imaginarios recogidos nos dejaron cinco claves para comenzar a imaginar: patinaje, teatro, baile, limpieza y agua.

 

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