Aunque parezca una antítesis, no hay mejor mes de asiento que el loco, el enamorado, este febrero de consolidación y grata visibilidad. Así que a lo largo de él, continuamos explorando y transformando lo que nos rodea mediante nuestros sentidos.

Comenzamos creando una estructura de finalidad plural pues va a albergar las diferentes especies vegetales del gusto y del tacto que irán llegando a lo largo de este periplo. Le hemos dado forma de escalera porque cada sentido nos hace subir peldaños en nuestra relación con lo otro y nuestra adaptación e interpretación del medio.

Y ahora sí, ya nos reconocemos en las caras, en los andares y en las obras (que son amores) de las otras personas. Algunas nos llamamos por nuestros nombres y confiamos.

Con los ojos cerrados experimentamos el sabor de diferentes plantas comestibles: una es picante otra un poco amarga y otra más fresca y dulce.

Además de degustarlas, las podemos “ver” utilizando las puntas de los dedos o la mejilla. ¿Es suave? ¿Es rugosa? Algo me roza y me recuerda una caricia. ¡Oh, sorpresa! es una hoja de “oreja de liebre”. Abrimos una de aloe y extendemos su pulpa gelatinosa por nuestras manos que se hacen de terciopelo.

Y no solo se consolidan las relaciones entre quienes participan, también el espacio toma forma. La familia de figuras geométricas crece llena de vida y atrae, más que nunca, la mirada de paseantes.

Y para que no dejen de lucir y de atraer miradas y comentarios, llevamos agua para apagar su sed. Si no llueve… y entonces uno de los problemas que nos inquietan, salta y se nos coloca enfrente.

Pero no es el único. El colectivo de vecinxs con perro descontentos tiene lugar preferente entre nuestras preocupaciones. Contamos con ayuda mediadora y logramos una reunión más o menos afortunada. Hay que seguir trabajando y uniendo fuerzas.

Una vecina, Pilar Mayo, se anima a bordar la valla que rodea el solar. Pocxs se percatan que significan esas tres letras: JLN, pero muchxs se paran a mirar: ¿Qué está pasando aquí? Algunxs hasta se hacen fotos con la que identifican que es su inicial.

Por otro lado, el punto de lectura se retrasa y la incertidumbre pone una raya en nuestra cara. Queremos borrarla.

Aun con todo, el momento está siendo dulce, como el sol que nos acompaña en cada evento porque el vecindario se va acercando.

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