Durante los meses de junio y julio, el equipo de Imagina Madrid estuvo recorriendo los nueve lugares elegidos para ser intervenidos durante esta primera edición del programa.

Conscientes de que Imagina Madrid es una nueva propuesta que genera muchos interrogantes, pensamos que no hay nada mejor que acercarse a cada uno de los espacios para poder contarlo. Queríamos presentarnos y sobre todo, queríamos conocer los lugares y el vecindario que lo habita: si vamos a trabajar juntas para transformar estos lugares, primero necesitamos saber de su historia, su particularidades y sus dinámicas.

La presentación de Imagina Madrid en el entorno de la Biblioteca Ana María Matute no contó con gran afluencia de vecinos y vecinas: fue una tarde muy calurosa de julio que no invitaba a salir a la calle. Aún echando en falta más presencia del tejido vecinal, esto nos permitió charlar con cierta calma con quienes se acercaron. Nos explicaron que, a la mayoría, les gusta su barrio, sobre todo por la centralidad que tiene, por su cercanía a Madrid Rio y a la gran zona verde del Parque de San Isidro. Lo histórico del lugar se hace notar. Quién no recuerda a Goya en este entorno o señala lo importante de la fiesta popular más madrileña que allí se celebra anualmente. Sin embargo, fue recurrente la mención que muchos realizan a la conflictividad vecinal, a la delincuencia y la inseguridad. En los imaginarios se puede leer el deseo de tener cerca una comisaría.

Otra de las críticas se dirigió a la masiva ocupación que, de este espacio, realizan los coches cuando hay evento en el Calderón. Pero no solo en estas fechas, a diario también es notable el número de coches que se aparcan allí para esquivar el pago del SER.

Mientras, la Biblioteca, majestuosa en la ladera, irradia un halo de esperanza, pero también parece gritar una mejora del entorno y de su accesibilidad. ¿Será posible imaginar, como si de libros se tratara, cómo hacer de este espacio un lugar más amable, bello, accesible y seguro para todos?

 

 

 

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