Durante los meses de junio y julio, el equipo de Imagina Madrid estuvo recorriendo los nueve lugares elegidos para ser intervenidos durante esta primera edición del programa.

Conscientes de que Imagina Madrid es una nueva propuesta que genera muchos interrogantes, pensamos que no hay nada mejor que acercarse a cada uno de los espacios para poder contarlo. Queríamos presentarnos y sobre todo, queríamos conocer los lugares y el vecindario que lo habita: si vamos a trabajar juntas para transformar estos lugares, primero necesitamos saber de su historia, su particularidades y sus dinámicas.

El parque de Pradolongo fue la primera de nuestras citas, a finales de junio. Una mañana de sofocante calor, en la zona del templete y auditorio junto al Lago. Un entorno a priori idílico que pronto mostró su cara menos amable: en junio, la falta de sombra provoca que se acelere el paso y desanima el paseo tranquilo.

Incluso así, algunas de las vecinas y vecinos se acercaron y pasaron un rato con nosotras. También un grupo de la Fundación Ande nos encontró en su paseo por el parque y se quedó participando en los talleres. Y representantes de la Plataforma Pradolongo se mueve y de la Fundación Tomillo aportaron su visión sobre la situación y las posibilidades de futuro del parque.

Entre las impresiones y sentimientos que sobre Pradolongo nos compartieron los vecinos y vecinas, inseguridad, suciedad, abandono fueron algunos de los adjetivos más empleados. A nosotras nos resultó llamativo cómo un parque de dimensiones semejantes puede tener un uso tan reducido un sábado por la mañana.

“Si todos lo cuidamos, todos ganamos”, “Limpio, familiar”, “Un parque familiar”, “Disfruta de tu parque” son algunos de los títulos de los imaginarios que se pueden consultar en este sitio web, aludiendo al deseo de disfrutar de un parque mejor cuidado por todos, e invitando así a la responsabilidad compartida.  

Mucho de esto tiene Imagina, o eso pretende: trabajar el espacio público como un espacio de convivencia y encuentro en el que poner en juego la responsabilidad compartida sobre nuestros patrimonios comunes.

 

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