Durante los meses de junio y julio, el equipo de Imagina Madrid estuvo recorriendo los nueve lugares elegidos para ser intervenidos durante esta primera edición del programa.

Conscientes de que Imagina Madrid es una nueva propuesta que genera muchos interrogantes, pensamos que no hay nada mejor que acercarse a cada uno de los espacios para poder contarlo. Queríamos presentarnos  y sobre todo, queríamos conocer los lugares y el vecindario que lo habita: si vamos a trabajar juntas para transformar estos lugares, primero necesitamos saber de su historia, su particularidades y sus dinámicas.

En Opañel el lugar propuesto por Imagina Madrid es un solar. Nada más llegar para instalar el escenario de la presentación nos dimos cuenta de que sus principales usuarios son los perros, y que caminar sin ensuciarse es un desafío.

Poco después los vecinos y vecinas nos reafirmaban esta idea, enlazando la falta de atención actual con la difusa memoria del lugar: el solar de Opañel no ha sido un lugar que acumulara historias. No es fácil recordar historias sobre un vacío, tal vez por eso ha tenido que esperar a que se construyera la Parroquia Santa Catalina de Laboure para que su historia se desperezase. En 1996 se empezó a construir la parroquia sobre los suelos cedidos por el Ayuntamiento a la Iglesia católica. Este gesto, este volumen robado al vacío, puso en marcha las protestas de los domingos a las 12h.

De las protestas sin pausa fueron germinando propuestas y tras varios años de demandas un deseo ha cogido fuerza: una biblioteca que acoja también otros usos vecinales. Quedaba claro en la pancarta que nos recibió en el solar: “El Ayuntamiento va a construir aquí una biblioteca multifuncional”. Los vecinos y vecinas de la Plataforma de Vecinos de Opañel son conscientes de que la llegada de esta infraestructura no va a ser inmediata, pero les gustaría que el imaginario del lugar se fuese impregnando ya de evocaciones a la lectura.

Los vecinos y vecinas llegaron de maneras diversas a nuestra presentación. Desde el inicio un notable grupo de personas pertenecientes a la Plataforma vinieron a compartir su historia de lucha. En seguida fue tangible la falta de jóvenes en este grupo estable. El solar es un espacio de tránsito: las familias y vecinos más jóvenes se acercaron de manera casual, al encontrarse durante su paseo matinal, el solar convertido en espacio de diálogo y encuentro festivo.

 

 

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