El proyecto “El Beso”, que parte de una metodología interseccional, pretende entender qué espacios ocupan las mujeres en el barrio y cómo los ocupan, partiendo de una observación participativa y abordándolas en sus propias realidades. Las peluquerías, las tiendas, el mercado, el parque… han servido de escenario para encontrar una dinámica natural de diálogo entre ellas donde se hable de sus relaciones con el barrio.

En cuanto al público, el proyecto partió del tejido social comunitario del que ya contaba el barrio; un tejido multicultural, abierto y plural. En sentido general, ha participado un número mayor de mujeres migrantes que de autóctonas, aunque a medida que avanza el proyecto, aumenta el interés por parte de las nativas. Entre las mujeres migrantes, predominan las latinoamericanas y caribeñas, y dentro de ese sector las dominicanas. Aunque también encontramos mujeres de Centroamérica, de la parte andina, del cono sur… y de Asia. Sin embargo, estas últimas junto con las árabes, han sido mucho más difíciles de contactar al tratarse de migraciones que habitan otros espacios diferentes y más compactos.

En las reuniones que se han ido desarrollando, se ha tratado de realizar una reflexión intencionada sobre los significados del entorno, del barrio, de las dinámicas de convivencia, de las situaciones a las que hacen frente en su día a día… vista desde la parte afectiva o positiva. Fomentando siempre una narrativa desde el afecto. Las mujeres participantes han conversado sobre la dinámica que tienen de resistencia en el entorno. Cómo se cuidan entre ellas, revalorizando el trabajo de cuidado que desempeñan tanto en sus propias familias, aquí o en su país de origen, como en las familias a las que cuidan en España.

Sin embargo, en los encuentros, las mujeres han terminado conversando sobre las dificultades que afrontan; los aportes, muchas veces invisibles, que hacen al barrio debido sobre todo a situaciones asociadas al sexismo, pero también al racismo y a la xenofobia; las barreras que tienen para acceder a los servicios públicos del distrito… En definitiva, diferentes aspectos que en vez de acercarlas al barrio, las distancian.

Gracias a este proyecto, estamos descubriendo mujeres con mucho liderazgo, mucha capacidad de vocería y con mucha capacidad de conexión con otras mujeres. En definitiva, mujeres empoderadas, muy lejos de esa posición victimista con la que a veces se las mira, mostrando otro tipo de relato y realidades.

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